Una bolsa de sueños arrastrados por el bosque de mármol, 5 alientos sin cuerpo y una mujer desnuda, en esta imagen estamos presos y nunca hubo una salida posible.
Como dos elefantes veloces atravesamos el bosque, corremos hacia el fuego y en nuestro lomo llevamos, edificada, toda la memoria que hay que quemar para vivir en el instante infinito, ese que nunca pasa a ser recuerdo y siempre es el único verdadero.
Le llaman la ciudad vacía, el teatro de las sombras, el cine en carne falsa.
Y va del negro y el silencio al negro y el silencio, como nuestras vidas, como nuestras películas.
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