Como siempre, nos vamos quedando solos y somos calles-mounstro, vacíos de madrugada y arrugados de fiebre, ¿porque pasará que al mostrar los dientes los canarios ríen?
Jugamos a matar al rey y a la tempestad incesante, yo espio a las chicas por la ventana y me enamoro de las que tienen vocecitas diatónicas, amables, y después me fascino mirándolas cuidar el mundo, como preparan el té y se toman los globulitos.. Tambien imagino que explotan y manchan toda la habitación, y la alfombra,
pobrecitas.
A vos te encanta estudiar la dialéctica de los espíritus, los no colores y los fines de semana de ignición con migo. Me gusta aprovecharte, porque el día en que construyas el submarino infinito, te vas a hundir profundo en el mar de los sueños y el celofán.
ojala me veas desde tu periscopio
que seguro va a estar adornado con girnaldas
y animales de papel.
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